Felicidad

Ignoraba lo que me pasaría en el futuro. Pero aquella noche, dormí. Después, al despertar, me sentía más tranquila. Fue un sueño el sentirme mejor que ayer. Ahora pienso en que vivo con felicidad plena. Contaré el milagro y así muchas almas mejorarán. Alivio real. Me vi envuelta en una neblina, no me daba miedo, solo curiosidad. De pronto, tras la neblina, una isla, inmensa, solitaria. El sol lo abarcaba todo. Yo mirándome feliz, con mi traje de baño azul, tan igual como el océano ante mis pies. Hoy quiero ser la mujer más feliz del planeta. Lo dije para mis adentros. No lo pensé más, corrí hacia la orilla, y salté hacia mi sueño. Una hermosa sirena, dueña de su vida, y nadando con toda la libertad. No hay miedo, solo templanza. Siento el agua por toda mi piel, y entonces, la voz del sol que me habla. -Ven, te espero. -¿Acaso debo hacerte caso? -Si quieres, sí. -Hoy solo quiero ser yo. -¿Por qué no me haces caso? -Lección uno: estoicismo para liberar. -Entonces, ¿no me quieres a tu lado? -Lección dos: Estar cerca de ti me puede quemar -Yo te doy la vida. -Lección tres: Y también me la arrebatas, cuando me das la espalda, El sol se fue, creo que un poco molesto. Espero que sigamos siendo amigos. Yo, mientras, vuelvo a nadar; soy una sirena, y me enamoro mucho más. De pronto, me despierto. Estoy contenta, por primera vez. Una sonrisa de oreja a oreja. La paz llegó a mi alma. No tengo miedo a la vida. El sol puede que me haya escuchado. Y ahora, pienso en la hidromancia, futuro, emoción, reencuentro en esa isla. ¿Quién sabe si lo vuelva a encontrar? El sol era él, pero debía dejarlo ir. Me alegra, porque la tristeza se va y me siento más llena de energía para nadar. Alivio real.