¿Por qué ella es así?
- pedrocasusol
- 3 feb
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Escribe: Mariam
-¡¿Qué estás haciendo tan pegada al celular?! -Fue el grito que le dijo la tía Fátima a su sobrina, mientras esta miraba celular.
-¡De seguro estarás chateando con algún hombre, verdad?, siempre sonríes con esa cosa! -La sobrina, llamada Sofía, estaba muy molesta con esas palabras que tan solo eran mentiras, pero no era la primera vez de estos reproches.
Sofía cree que todo esto empezó cuando le mostró un video a su hermano por el celular de su madre, hace más de 2 años, pues desde entonces parece que el niño se volvió adicto a estos aparatos, hasta que llenó de virus el celular de su abuelo por andar descargando jueguitos que eran peligrosos.
Cuando Sofía cumplió los 16 años, en el año 2023, su madre le regaló un celular. No era de última generación, pero sí era llamativo para su tía, pues esta le empezó a reprochar a su hermana que por qué era tan permisiva con Sofía, sabiendo de que esta se estaba volviendo un poco rebelde.
Así fue, reproche por reproche, hasta que, en un último intento de que le quitaran el celular a Sofía, la tía creo una calumnia.
-Hermana, ¿tú sabes de que Sofía está chateando con unos hombres? -Le dijo Fátima a su hermana mientras barría el piso.
-¿Por qué dices eso, acaso tú la has visto?
-¡Ay, por favor, hermana!, no es necesario. ¿Acaso no has visto como sonríe cuando mira el celular?, es claro de que algo malo está haciendo,
-No estoy segura si eso sea verdad, pero sí la he visto como sonríe -dijo la madre un poco dudosa.
-¡Quítale el celular pues hermana y castígala, para que no haga más tonterías esa mocosa!
-Eso haré, hermana, pero conste de que estoy confiando en ti -acto seguido, esta dejo la escoba arrinconada en la pared y agarró un cinturón.
Sofía estaba sentada en su cama, chateando no con hombres, sino con unos compañeros y compañeras del colegio, que, por supuesto, tenían su propio celular.
-Tu tía ya me dijo lo que estás haciendo -le dijo a Sofía en un tono escalofriante, mientras le quitaba el celular y lo revisaba.
-En efecto -Dijo su madre, mientras le pegaba con el cinturón.
Terminada la masacre, Sofía se levantó y, sabiendo de que todo aquello fue por la culpa de su tía, la maldijo.
Al poco tiempo se dio cuenta de que no era necesario maldecirla, así que, a regañadientes, la perdonó desde sus adentros, deseando que cambie su actitud.
Yo soy Sofía, y aún ella no cambia.

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