top of page
Buscar

Mi armario

  • pedrocasusol
  • 6 feb
  • 3 Min. de lectura

Escribe: Luisa Gubbins


Esa mañana amanecí temprano. Después supe. Anita, Anita, ¿qué hora es? Pero si son las nueve, ¿por qué no se ve nada? ¿Tienes “black-outs”? Esas cosas que bloquen la luz.


Que faltan 5 minutos para la hora, descansa ese ratico.


Obedezco.


Sí, eran “black outs”. Pero, sobre todo, creo que era ese sueño, bueno, profundo. Esa mañana mi alma se despertó en paz, como si estuviera bien arropada.


Directamente a la cocina, un café con leche y Anita con todo su tiempo para mí. Decidimos que lo mejor sería enrumbarnos en ese preciso momento hacia los Encants. Los sábados siempre hay demasiada gente, pero los otros días Ana está en su trabajo, así que nos fuimos.


Cuando caminábamos para entrar al famoso Encants, ya percibía yo un aire conocido. Era como mi Gamarra.


Igualito.


Bueno, no exactamente, le faltaba su choclo, sus olores a fritanga y le faltaba basura.


No estaba limpito, pero le faltaba más mugre, más pestilencia. Finalmente, había encontrado un lugar que me hacía sentir un poco como en casa… Cabe la aclaración que mi casa en Lima no es ni sucia ni pestilente, por si acaso.


Mi mamá está convencida de que en alguna vida pasada debo haber nacido en una caja de leche Gloria allí mismo, en pleno Gamarra. Entre telas, cartones, gritos y kioskos de comida.


Creo que hay algo de ser mago cuando uno es capaz de encontrar algo maravilloso en medio de ese absoluto sinsentido. Es encontrar algo valioso en medio de la mierda. Creo que allí radica el placer de toda excursión a un lugar como Gamarra.


Los Encants tiene su parecido con Gamarra, pero jamás podrá ser ni tan chicha, ni tan peruano. Recuerdo que la última vez en Lima, nos fuimos con Rodo a Polvos Azules.

¡Eso es modernidad, carajo!


Podía uno encontrar absolutamente de todo, todas las marcas falsas y todas las réplicas imaginables. Si quieres zapatillas Reebock, CDs, computadoras, lo que se te antoje. Rodo me pregunta si quiero algún pasaporte de Finlandia. ¡Lo que tú quieras!


Lo mismo que esos sitios por San Borja donde te sacan tus radiografías en un antro, al lado de algún situcho de fotocopias y de un chifa. Así que de paso que te sacas dos ecografías por el precio de una, después pasas al lado y te atraviesas una gallina chijaukai, una porción de wantán con salsa de tamarindo y su arroz chaufa.


No, Lima sólo hay una. Y quizá lo más parecido a ese lugar enajenado sea Macondo.


Sí, y quizá haya en mí algo de ese José Arcadio Buendía que se pasaba la vida buscando galeones cargados de oro y hundidos en tiempos remotos.


Ir en busca de tesoros perdidos que pasan desapercibidos para la mayoría. Ser capaz de encontrar el oro en medio de la mierda.


En los Encants no hay tanta mierda, pero ese día encontramos, si no tesoros, algunos muebles que me están siendo muy útiles.


Fue más tarde, que ya sola, me fui a buscar el hueco de muebles de Indonesia.


Y fue allí que lo encontré.


Estaban todos los tesoros a la vista. Allí no había nada que desenterrar, todos sus muebles eran preciosos.


Después de muchas medidas y muchas, muchas reflexiones, escogí un armario con vidriera para poner los platos y vasos.


Pero hasta ese momento, no tenía idea.


Ya cuando llegué a casa, empecé a notar la importancia de su presencia.


Cada vez que cruzaba el comedor, no podía dejar de mirarlo. Me pasaba buenos ratos simplemente observándolo.


Y es que no era sólo precioso. Tiene un ser y un estar.


 Era este nuevo personaje que había llegado a mi casa. Ya no vivía sola.


 Está él, mi armario.


Era como haber comprado un marido. Y mejor que un marido, me dice Anita, no tiene ninguna clase de demandas ni de necesidades.


Y así estoy hoy, con un marido que no buscaba. Es muy fiel y sólo tengo que limpiarlo un poco con el trapito. Y si bien no saldrá a defenderme si se meten los ladrones, es como un hombre.



 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


Subscribe here to get my latest posts

Thanks for submitting!

© 2023 by The Book Lover. Proudly created with Wix.com

  • Facebook
  • Twitter
bottom of page