Fragmento de una entrevista a Ribeyro
- pedrocasusol
- hace 2 días
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- ¿Nunca proyectas lo que vas a escribir, no lo bosquejas antes?
-Cada vez que he hecho un proyecto muy detallado no lo he realizado. Mis novelas, por ejemplo, han partido de un relato que se ha ido prolongando y creciendo hasta formar una novela. Lo interesante para mí en este caso, es partir hacia lo desconocido.
- ¿Y cuál es tu punto de partida para escribir un cuento?
-Un cuento es diferente, siendo más corto, puede concebirse en su totalidad. El punto de partida es muy variado: una experiencia que me ha impresionado, una conversación que escuché, una lectura, un sueño. No hay ninguna receta.
- ¿Tus personajes son generalmente ficticios o extraídos de la realidad?
- Son generalmente reales, en su origen al menos. Luego viene la simbiosis, una doble simbiosis. Al personaje real se le agrega uno imaginario o se combinan varios personajes reales entre sí. Así, la Leticia de mi novela “Crónica de San Gabriel” es el resultado de varias muchachas que conocí.
- Cortázar decía que cuando terminaba de escribir algo, era como un alumbramiento, casi como un parto ¿qué sientes cuando terminas de escribir un cuento o una novela?
-La verdad es que no sé lo que puede sentir una mujer cuando da a luz… Supongo que será felicidad, tranquilidad, alivio. En mi caso, cuando logro poner la palabra fin a lo que estoy escribiendo siento también alivio, como liberado de una carga, pero también me asalta la duda, la incertidumbre. ¿Cómo será esto?, ¿cómo habrá quedado? Por lo general cuando termino algo lo dejo reposar durante días o semanas y luego lo leo como si fuese un extraño. Solo entonces veo si tiene algún valor.
- ¿Has sentido alguna vez la angustia de la página en blanco?
-Me ha pasado y me pasa con frecuencia. Eso de sentarse ante la máquina, poner la hoja en el rodillo y de pronto sentirse enteramente estéril, vacío, es algo terrible.
- ¿Y la angustia de publicar?
-En mi caso no se ha dado. Siempre me he considerado como un escritor no profesional y esto lo veo no como una cualidad sino más bien como un defecto.
- ¿Pero qué te impulsa a escribir?
-Escribo porque me proporciona placer, me entretiene. Porque me libera de ciertas tensiones. Porque aprendo muchas cosas sobre mí mismo y sobre los demás. Por costumbre.
- ¿Te molesta la fama?
-Me molesta en parte, porque no me permite pasar desapercibido. Me saca del anonimato en el cual me gusta vivir.
- ¿Sientes que tienes alguna deuda con algún autor? ¿Alguno te ha marcado en especial?
-Hay muchos autores a los que le debo mucho. Pero si tuviera que elegir uno solo sería Flaubert. Flaubert ha influido mucho sobre mí en el plano formal, pero también en el espiritual. Desde el punto de vista formal en el trabajo artístico sobre la prosa y la manía de la corrección. Y espiritualmente por su concepción de la existencia como desencanto. Todos los personajes de Flaubert fracasan: Madame Bovary se suicida, Federico Moreau de “la educación sentimental” ve esfumarse sus ilusiones amorosas y mundanas; Salambó muere cuando al fin logra tocar el manto de Tanit, etc. Este clima de desencanto y frustración está muy presente en mis novelas y relatos. Entre mis personajes no hay triunfadores.
- ¿Cuál es el libro que JRR quisiera aún escribir?
-Yo creo que el libro que aún no he escrito es aquél que nunca escribiré.
Fragmento de la entrevista a Julio Ramón Ribeyro realizado por Patricia de Souza. Publicado en la revista Somos Año VI, No. 285, Diario El Comercio.

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